¡Llego el momento! Y es que no puede dejar de asombrarnos la forma en la que nuestro Dios se acerca... se hace niño y despierta en nosotros ternura, sonrisas y un gran deseo de cuidado... Que así podamos vivir no solo esta Navidad, sino toda nuestra vida... que cada día esté lleno de ternura, sonrisas y gran deseo de cuidar todo cuanto nos rodea. ¡Feliz Navidad!